Cuerpo limpio, Mente clara

Dada la tendencia del LSD a reactivarse mucho tiempo después de su ingestión, declaró L. Ronald Hubbard a fines de 1979, y dadas también las dosis absolutamente insignificantes que se necesitan para esa reactivación, “finalmente deduje que debe permanecer en el organismo”. La afirmación es mucho más trascendental de lo que uno se podría imaginar de inmediato; en particular, con el descubrimiento correlativo de que todas las sustancias tóxicas (conservantes, pesticidas y toda la colección de drogas de la calle y drogas médicas) pueden alojarse por igual en los tejidos grasos.

Esa fue la senda que se siguió en la investigación que culminó finalmente en el desarrollo del programa de Purificación. Usando los términos más sencillos, el programa se puede describir como desintoxicación a largo plazo, y aunque originalmente se ideó para eliminar las barreras bioquímicas a los servicios de Scientology, la comunidad médica y científica en seguida se dio cuenta. Después de todo, este era el primer medio práctico para expulsar no sólo los residuos de drogas, sino también las toxinas del medio ambiente; y los resultados se podían medir mediante la observación real y eran espectaculares en extremo. Como afirmación preponderante, Ronald nos dice que aunque los residuos pueden trastornar seriamente el equilibrio de los fluidos y más, el programa de Purificación se centra, principalmente en los residuos propiamente dichos y los fenómenos mentales relacionados con ellos.

De qué manera exacta se relacionan los depósitos de drogas y toxinascon el proceso del pensamiento humano, y cómo elimina el programa de Purificación esos depósitos, es el tema de lo que se reproduce en el artículo siguiente, del libro de L. Ronald Hubbard: Cuerpo limpio, mente clara. Como la obra definitiva sobre su programa de Purificación, el texto habla por sí mismo. Sin embargo, lo siguiente puede ser de interés, a modo de información incidental y circunstancial.

“Durante años, las empresas privadas de investigación que trabajan en cooperación con científicos del gobierno para estudiar el método de desintoxicación de Hubbard, han concluido que los esfuerzos pioneros de la persona que lo desarrolló, el autor e investigador L. Ronald Hubbard, fueron de hecho válidos. Aunque esta técnica ha sido ampliamente aclamada debido a su uso en Narconon, que es un programa internacional para la rehabilitación de toxicómanos, sólo en años recientes los científicos que estudian el medio ambiente han documentado su eficacia como medio para enfrentar firmemente los incontables problemas relacionados con la exposición a sustancias químicas a que ahora se enfrenta la sociedad moderna”.